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lunes, 25 de agosto de 2014

Corrupción cambiaria en Venezuela: Los dólares de la discordia

Durante los últimos meses, mucho se ha hablado en Venezuela de dólares y control de cambio, una medida implementada en 2003 por el fallecido Hugo Chávez para evitar la "fuga de divisas" del país.

Hoy en día, le debemos al control de cambio (sumado a muchas otras terribles medidas económicas) males como el desabastecimiento generalizado de productos y servicios, la creciente alza de precios que viene con la escasez, el aislamiento del país ante el mundo y, paradójicamente, una creciente ola migratoria de jóvenes profesionales.

Corrupción y señalados


Por supuesto, con todo control vienen las malas mañas, especialmente en un gobierno que no ha entendido que las medidas más eficaces para lograr un objetivo utilizan incentivos en lugar de controles y decretos. Algunos encontraron el "negocio redondo" en una divisa con un valor ficticio decretado y subvencionado por el Estado, y comenzaron las prácticas ilegales de una medida que, para empezar, jamás debió existir.

Foto: Man-ucommons - Wikimedia commons

Al principio, aún no sabemos con qué intenciones, se pretendió criminalizar a las personas naturales que accedían a los dólares preferenciales del "mal uso masivo" de las divisas. Si bien es cierto que hay muchos de los llamados "raspa cupos", que pagan a otros para utilizar su cupo de viajero, la realidad es que las divisas asignadas a la modalidad de viajes al exterior por la extinta Comisión de Administración de Divisas (CADIVI) en total, apenas llega a 5% del total de dólares asignados por el Gobierno.

Ahora, si contamos que no todas estas divisas fueron utilizadas de manera fraudulenta, el total malversado por esta vía es minúsculo.

No es sino hasta hace un par de meses (no sabemos por qué razones) que el Gobierno decidió voltear la lupa hacia el lugar donde la mayoría de las divisas fueron asignadas: las importadoras. Por supuesto, en este caso tampoco podemos asumir que todas las empresas hicieron uso incorrecto de sus dólares, declarando que los utilizarían para importar ciertos bienes y luego no haciéndolo, pero si la mayoría de las divisas están siendo asignadas en esta categoría, apenas tiene sentido mirar hacia acá antes de criminalizar al ciudadano de a pie que apenas está recibiendo 5% de la asignación total de divisas.

Foto referencial: Tagishsimon - Wikimedia Commons

Los resultados de investigaciones periodísticas han sido contundentes: empresas de maletín, cuyos dueños tienen vínculos militares o gubernamentales de algún tipo, han recibido la mayor cantidad de asignaciones de divisas. Eso se ve a diario en las tiendas, en los supermercados, en la escasez galopante: los dólares, en muchos casos, no se están usando en lo que se dijo.

La verdadera causa


Así como dicen que la principal causa del divorcio es el matrimonio (con toda la falacia envuelta en la frase), la principal causa de la corrupción cambiaria es el hecho de que todavía tengamos control de cambio, una medida que fue anunciada como "temporal" por el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez, y que sigue siendo mantenida por su sucesor, Nicolás Maduro, 13 años después.

Actualmente, tenemos estudiantes en el exterior pasando penurias porque el Gobierno no les han liquidado las divisas para su manutención y no tienen otra manera de sobrevivir mientras cursan sus estudios. Estas penas no las pasaron los estudiantes que fueron al exterior en los años 80 y 90 con programas de gran éxito para la capacitación profesional como Fundayacucho. Pensar que entre quienes hoy apoyan al Gobierno e incluso trabajan en organismos gubernamentales hay muchos que estudiaron en el exterior con estos beneficios y sin tener que suplicarle al Gobierno que por favor no los deje pasando hambre en un país extranjero donde además no tienen autorización para trabajar.


Muchos negocios han cerrado luego de la expropiación y posterior desmantelamiento de las empresas que producían los bienes que vendían, y la imposibilidad de importar éstos del exterior ante la precaria asignación de divisas y los retrasos en su liquidación.

Y si me vas a hablar de especulación de los comercios, primero léete esta exhaustiva explicación (y las partes 2 y 3 de este seriado sobre control cambiario) y entérate porqué los negocios tienen que vender tan caro gracias al control cambiario aunque les asignen divisas.

Muchas familias viven separadas porque madres no pueden visitar a hijos en el exterior debido al problema cambiario: no hay divisas para que ellas puedan viajar, ni boletos aéreos gracias a la enorme deuda cambiaria que el Gobierno mantiene con la gran mayoría de las aerolíneas, que no pueden repatriar sus ganancias desde hace tiempo.

Las "alternativas"


Hoy me encontré unas declaraciones de Antonio Ledezma que me motivaron a escribir esto. Él decía que porqué mejor no le ponían captahuella a Cadivi (o Cencoex, o como se llame el Recadi moderno) en lugar de ponerla en la entrada de los supermercados. Y sí, eso puede resultar en el debate contestatario moderno en Venezuela, pero no es ni por lejos una solución, ni siquiera una propuesta.

El problema real, señores de la oposición en quienes no tenemos otra alternativa sino basar nuestras esperanzas de cambio en el país, es que exista siquiera el control de cambio, y más profundamente, que la política gubernamental tiene como fin último destruir la economía del país y volver a todos sus habitantes dependientes de la benevolencia del Gobierno, para poder controlarlos.

Cuando comenzó esta fulana mesa de negociación luego de los disturbios iniciados en febrero, mi primera pregunta fue ¿cómo negociar con un bando que tiene una visión de país completamente distinta, que lo está destruyendo a propósito y que no está dispuesta a dar una sola concesión?

La base de la negociación es que ambas partes están buscando un acuerdo y que ambas están dispuestas a hacer concesiones para alcanzarlo. En este caso, ninguna de las dos cosas es cierta.

Básicamente, si queremos una solución a la crisis cambiaria, hay una de dos: o se cambia de gobierno, o se divide Venezuela geopolíticamente en dos. Y si tienes una tercera alternativa, es momento de compartirla.


martes, 12 de agosto de 2014

Depresión y otras condiciones mentales: Cómo no sólo no ayudamos sino que estorbamos

Dentro de todo lo negativo y doloroso de la trágica muerte de Robin Williams, surge al menos un aspecto positivo, más allá de recordar el legado del artista: todos los que fuimos tocados por este suceso terminamos poniendo nuevamente en la palestra el tema de la depresión y otras condiciones mentales.

Robin Williams - Wikimedia Commons

Personalmente, mi primera experiencia cercana con el tema la viví a los 14 años cuando una compañera de clase decidió, de la noche a la mañana, quitarse la vida. Aunque ella no era de mi grupo cercano, e incluso muchas veces tuvimos desacuerdos, la experiencia me resultó devastadora, básicamente porque no es mucho lo que una niña de 14 años sabe al respecto, ni muchas las herramientas que tiene para manejarlo. Imagina el dolor para los más cercanos a ella.

El primer día, mientras ella aún vivía con ayuda de máquinas, todo el salón permanecia en el colegio, indispuesto para ver clases y haciendo una especie de terapia grupal junto a los profesores. Yo estaba en shock, sin saber qué sentir ni qué pensar. Preguntándome cómo no me di cuenta de nada y qué pude haber hecho para saberlo, para evitarlo. "Ella se veía tan fuerte", me decía.

Los próximos dos días los pasé encerrada en la casa, aún en shock culpándome por no haberme dado cuenta de lo que pasaba. Ni siquiera fui al velorio porque sentía vergüenza y responsabilidad de no haberme dado cuenta. No creo haberlo hablado nunca con nadie, hasta este momento.

Muchas celebridades, incluyendo a Williams, han sido públicamente abiertos al respecto, tratando de crear conciencia sobre el tema. Hay excelentes recursos didácticos por doquier. Sin embargo, propagamos muchos mitos, creencias y conductas al respecto que no sólo no ayudan, sino que empeoran la situación para quienes necesitan ayuda.

1. "Está loco(a)"


Tratar a las personas con condiciones mentales como locos crea un estigma que tiene repercusiones sociales profundas. Todos hemos caído en ese término. Ese vocabulario crea temor y recelo a hablar, a buscar ayuda, por miedo a perder amigos, trabajo, relaciones o a ser señalado.

2. "No pone de su parte" o "es débil"


La depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia, etc. tienen origen en procesos químicos del cerebro, u otro tipo de procesos físicos (yo no soy experta en el tema y hay documentación en internet mucho mejor de lo que yo pueda escribir). Pedirle a alguien que controle este tipo de trastornos con simple "disposición" es como pedir a un diabético que controle su nivel de azúcar en la sangre con el simple hecho de desearlo, o pedir a un hipertenso que controle su presión arterial con una buena actitud.

MRI - Wikimedia Commons

Un diabético o un hipertenso requieren tratamiento médico, asesoría nutricional, tal vez entrenamiento físico y definitivamente apoyo familiar para vivir plenamente con su condición. Lo mismo sucede con aquellos que viven con una condición mental.

Igualmente, cuando una persona que sufre de hipertensión tiene una crisis, no nos molestamos con ellos porque se les subió la tensión, ni se lo reclamamos como si lo hubiesen hecho a propósito. Lo mismo aplica en el caso de las condiciones mentales.

3. ¿Cuál es el motivo?


Cuando mi compañera de clase falleció, muchos buscamos culpables y explicaciones. Algunos culpaban al profesor que la regañó el día anterior, o a los padres. Muchos especulamos diversos motivos. Necesitábamos una justificación para poder vivir con lo que pasó, es un mecanismo mental perfectamente comprensible, pero estábamos buscando en el lugar equivocado.

Precisamente por esas diferencias físicas, químicas, eléctricas que originan las condiciones mentales, aquellos que las padecen no perciben ciertas cosas de la misma manera. Nadie percibe el mundo de la misma manera, de hecho. Pero buscar razones para la depresión utilizando nuestra lógica, si no sufrimos de esta condición, es un absurdo. Esto es de las primeras cosas que hay que entender.

4. Psicólogos y psiquiátras son para "locos"


Psicólogos y psiquiátras tratan la mente de la misma manera que cardiólogos tratan el corazón, ginecólogos tratan los genitales y neumonólogos tratan los pulmones. ¿Por qué tienen que ser las condiciones de la mente humana las únicas de todo nuestro funcionamiento corporal para las que no es socialmente aceptado buscar ayuda?

Esto es parte del estigma que hace que muchas personas, no sólo las que tienen condiciones preexistentes, sino aquellas que luchan con circunstancias temporales difíciles, tengan recelo a acudir a especialistas.

Personalmente, acudí a terapia para lidiar con la pérdida de seres queridos, y conozco muchos que lo han hecho en estos y otros casos. Ha sido de gran ayuda, y no es para nada un motivo de vergüenza. Peor es poner en pausa tu vida y la de tus seres queridos por sufrir las consecuencias de algo que puedes tratar con ayuda de expertos.

Si quieres aportar al tema, si conoces casos, si quieres compartir recursos para quienes estén luchando con condiciones mentales, eres bienvenido(a) a compartir en los comentarios. Yo estaré más que feliz de que este espacio pueda colaborar aunque sea con una persona.

viernes, 24 de enero de 2014

Palabra de Niemöller y porqué las medidas cambiarias nos afectan a todos

Por 401(K) 2013 en Flickr - CC

En momentos en los que el Gobierno toma una vez mas pésimas medidas de control cambiario que afectan las compras por internet, los viajes, los estudios en el exterior, las importaciones e incluso las operaciones de las aerolíneas, todavía hay oficialistas que insisten en decir que eso no les afecta a ellos porque ellos no viajan, no compran en el exterior y no tienen tarjetas de crédito.

No me voy a desgastar explicando una vez mas como funciona la economía, y como esas medidas no se tratan de cuanto vale el dolar sino de cuanto vale el Bolívar y que tanto puedes hacer con él. Que no se trata de "cuantas veces al mes pueda viajar el oligarca aquel" sino de cuanta libertad tenemos y muchas otras cosas.

(Igual, para el que quiera leer porqué los negocios con asignación de divisas no pueden vender a los precios prometidos por el Gobierno, lo pueden hacer)

Para eso tenemos el caso de la inseguridad: he tenido que leer oficialistas disputar mi llamado a combatir eficazmente la inseguridad con un "a mí nunca me han robado", como si el hecho de que una persona corra con suerte le da derecho a decir que un problema que afecta a la gran mayoría de los venezolanos, ademas violando su derecho fundamental a la vida, debe ser ignorado o minimizado.

Sin embargo, para los que dicen que tenemos patria, se los puedo asegurar con toda certeza: NO TENEMOS PATRIA. Y a continuación las pruebas:

Esta es la definición de patria de la Real Academia Española:

patria.
(Del lat. patrĭa).
1. f. Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos.


La raíz latina de patria significa familia o clan. Así empezaron las naciones antes de que el concepto mismo existiera, con la noción de pertenencia de una familia que tiene cultura, costumbres y otros aspectos en común. Lo mas importante, una familia se cuida entre si y se preocupa por cada uno de sus miembros. 

Cuando uno habla de vínculos jurídicos, históricos y afectivos, evidentemente se refiere a vínculos con la gente que habita en ese suelo, ya que la patria la hacen sus habitantes. 

Esto, solo, no hace una patria...

Sin embargo, cuando alguien decide decir que no mueve un dedo por la violación de los derechos de un paisano porque eso no le afecta, allí no hay patria, no hay familia, no hay el famoso "tu alegría es mi alegría y tu dolor es mi dolor".

Comencemos por un mea culpa. Cuando un venezolano de clase media decía, en tiempos de la controversial IV República, que el problema de los barrios no le afectaba porque el o ella no vivía en uno, dejamos de tener patria. 

Igualmente, cuando un oficialista dice que el control cambiario no le afecta porque él no compra dólares, ni viaja, ni compra en el exterior, mas allá de ignorar por completo como funciona la economía, sino que esta dejando de tener patria instantáneamente.

Cuando alguien dice que no le afecta la inseguridad porque nunca lo han robado, no hay patria.

Cuando alguien dice que no le afecta el desempleo porque tiene trabajo, no hay patria.

Cuando alguien dice que no le afecta la represión política porque él no se mete en eso, no hay patria. 

Cuando alguien dice que no le afectan los despidos discriminatorios y masivos en los entes públicos porque el tiene trabajo y "no se mete en problemas", no hay patria. 

Cuando alguien dice que no le afectan las colas en los supermercados porque tiene un "panita" que lo colea y le consigue la comida, no hay patria. 

Pero no quiero dejarlos nada mas con mis palabras, sino con las del pastor aleman Martin Niemöller, quien vio a su país destruido por males y rencores comparables a los que vive Venezuela:

Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas,
guardé silencio,
porque yo no era comunista,
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,
guardé silencio,
porque yo no era socialdemócrata,
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,
no protesté,
porque yo no era sindicalista,
Cuando vinieron a llevarse a los judíos,
no protesté,
porque yo no era judío,
Cuando vinieron a buscarme,
no había nadie más que pudiera protestar.

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