Una de mis mejores amigas, que vive en España desde hace ya varios meses, me etiquetó en Facebook en una publicación en la que compartía declaraciones del ministro de la Juventud, Héctor Rodríguez.
Cuando le preguntaron sobre la "fuga de cerebros", la migración de jóvenes profesionales venezolanos por falta de oportunidades, seguridad, calidad de vida o incluso tolerancia, que "eso es un mito".
Casi inmediatamente publiqué la noticia con un llamado a enviar saludos al ministro en Twitter con el hashtag #SiExistimos. Luego, una de mis ex compañeras de estudios en la UCAB sugirió usar un mejor hashtag: #NoSomosUnMito. Me gusta.
Post by Angie Rodriguez.
Ya algunos jóvenes profesionales, venezolanos en el exterior, han comenzado a usar el hashtag para hacerle saber al ministro que existimos, que el hecho de negar la evidente realidad no la hace desaparecer. Pero hay mucho más allá en esto que la simple indignación de ser negados en nuestra existencia.
La ceguera y el "vernos la cara"
Viví 25 años y medio en Venezuela, y ya llevo 2 años y medio en Canadá. El factor común durante todas esas experiencias, con relación a la actitud que he visto desde el Gobierno, es el hecho de:
1. ignorar los problemas porque se piensa que así van a desaparecer,
2. verle la cara de estúpidos a sus seguidores, irrespetar a quenes los pusieron en cargos públicos pensando que van a alterar su visión de la realidad con mentiras y,
3. ignorar en general a todos los venezolanos y sus problemas, como si no se tratara de "el soberano" que a fin de cuentas paga sus salarios con impuestos y trabajo.
De más está decir que al Gobierno oficialista se le olvidó hace mucho tiempo que se debe a los venezolanos, que son los venezolanos los que deciden lo que quieren comer, lo que quieren ver en televisión y los gobernantes que quieren en el poder. Que los venezolanos decidieron que diputados que hoy son vetados en la Asamblea Nacional los representaran.
Creer que se tiene la verdad en las manos, tener poder, es algo peligroso, ya que distorsiona la visión de la realidad para la mayoría de las personas que lo ostentan.
Lamentablemente, el Ministro con sus declaraciones no sólo está ignorando a los venezolanos en el exterior, está ignorando a todos los venezolanos en general y sus necesidades, su clamor y su voluntad.
Sepa usted, ministro Rodríguez, que #NoSomosUnMito. Somos venezolanos de carne y hueso que sentimos y padecemos, pero en algún momento nos cansamos de ser ignorados por el Gobierno que debería servirnos, pero que ignora nuestro llanto ante la inseguridad, el desempleo y la escasez llamándonos golpistas y conspiradores.
Gobierno que no sólo tiene una visión completamente distorsionada de la realidad de su país sino que se niega a escuchar a su población y sólo escucha a quienes aplauden de manera complaciente cualquier disparate, cualquier medida que pone paños calientes sobre la grave situación de Venezuela pero no apunta a solucionar ni un poquito el dolor del venezolano.
No sólo existimos y queremos ser escuchados, queremos que TODOS los venezolanos sean escuchados, no nada más aquellos que le resulten convenientes.
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