Foto: El Universal |
Sin embargo, cuando Mariana Rondón se destacó por su película Pelo Malo y decidió emitir una crítica hacia la intolerancia que se vive en Venezuela, que según ella (y según muchos otros que no han sido escuchados) viene promovida desde el Gobierno, las cosas cambiaron.
Muchos oficialistas, al igual que muchos medios de comunicación del Estado (no del Gobierno, del Estado) estuvieron inmediatamente listos para criticar como Mariana “muerde la mano que le da de comer”. Al momento, miles de declaraciones en su contra surgieron por parte de artistas afines al Gobierno. Y miles de medios de comunicación del Estado se hicieron eco de estas citas.
Publicación contra Mariana Rondón en el sitio web del SibCi |
Muchos oficialistas hicieron lo propio, replicando estos enlaces y expresando su indignación. Así como en su momento, muchas personas de oposición expresaron su indignación de ver a Gustavo Dudamel haciendo el puño en mano durante un concierto en el exterior, o luego de ver a Pastor Maldonado diciendo Patria socialista o muerte (otra de las múltiples versiones de esta frase) en cada oportunidad que se le presenta.
Sin embargo, hay ciertas razones por las cuales ninguno de los dos sectores "debería" sentirse indignado por ninguna de las dos manifestaciones, que responden a preferencias individuales.
1. El arte y los deportes no los financia el Gobierno, los financiamos los venezolanos
1. El arte y los deportes no los financia el Gobierno, los financiamos los venezolanos
Los fondos del CNAC, Villa del Cine y afines, para sorpresa de muchos, no vienen del bolsillo de Nicolás Maduro ni de ningún otro funcionario gubernamental. Hasta donde tengo entendido en mi modesto conocimiento, vienen de diversas fuentes como porcentajes que se le cobran a las casas productoras registradas sobre sus ganancias brutas, de impuestos, de diversos orígenes donde al final quien verdaderamente está pagando por las películas es el país entero.
Cuando hablamos de "financiado por el Gobierno", esto no es mas que una falacia para "financiamiento del Estado", ya que nos cuesta mucho creer que algún funcionario venezolano ganó de manera legitima millones de dólares, los sacó de su bolsillo y decidió invertirlos en cine. Si es así, quisiera ver las pruebas y que estas se hicieran publicas.
La película de Mariana, la participación de Maldonado en la Fórmula 1, el Sistema Nacional de Orquestas (Fesnojiv). Nada de esto lo financió Maduro, ni el Gobierno.
Todo esto fue financiado por los venezolanos a través de instituciones del Estado que, por contrato social, aceptamos que nos representen.
Pero, al fin y al cabo y aunque muchos lo olviden, las instituciones del Estado son administradoras de nuestros recursos, no casas reales que nos mandan para que nosotros obedezcamos dócilmente y que son propietarias de las riquezas que generamos con nuestro trabajo.
En un ejemplo micro, los impuestos que pagamos a través del ISLR, del Fonprocine, del IVA siempre presente en todo consumo que hacemos, por pequeño que sea, es como el pago de la cuota del condominio. La cuota del condominio no le pertenece al administrador del edificio, nos pertenece a todos los que habitamos el edificio, quienes hicimos una convención de pagar este porcentaje para que fuese administrado por la persona a la que elegimos, el administrador, para financiar los gastos comunes del edificio (electricidad, mantenimiento, limpieza, etc.)
2. Los artistas representan al país, no al Gobierno
Una vez establecido que los artistas son financiados por el país, por sus ciudadanos, y no por el Gobierno de turno, lo mas lógico sería que estos representen al país, no al Gobierno.
En diversas elecciones se ha comprobado que el país está dividido en dos tendencias políticas (por cierto, ambas con el derecho de existir y expresarse) Gran parte de los artistas que son financiados con el dinero de estos ciudadanos (de ambas tendencias, porque ambos pagan impuestos o pagan entradas al cine con impuestos, o consumos con impuestos, de los cuales un porcentaje puede terminar en estos fondos) expresan en el exterior posiciones favorables al Gobierno, y el Gobierno dice que esto debe ser aceptado.
De la misma manera, ya que este dinero proviene de todos los ciudadanos, me parece apenas saludable que una, aunque sea UNA artista haya representado a la otra mitad de la población que paga estos fondos de ayuda a los artistas expresando su opinión, que es tan válida como la de todos los demás.
Una saludable y equilibrada representación del país en el exterior incluye artistas que gritan Patria, socialismo o muerte (o cualquiera de sus variedades) y artistas que expresan su desacuerdo con el Gobierno. Porque así esta compuesto nuestro país en realidad. Por ello, una representación únicamente pro gubernamental o una completamente anti gubernamental no es una verdadera representación de la Venezuela dividida que es una realidad innegable.
3. La mejor muestra de la intolerancia que denuncia Rondón es la respuesta recibida tras sus declaraciones
Luego de las declaraciones de Mariana Rondón, diversos medios de comunicación del Estado (Estado, no Gobierno), también financiados por todos los ciudadanos, expresaron su indignación y desacuerdo con las opiniones de la cineasta. Básicamente, estos medios y sus voceros criticaron, como señalé anteriormente, que ella “muerda la mano que le da de comer”.
No solo está establecido que no es “la mano del Gobierno” la que “da de comer” a Rondón, sino todas nuestras manos las que la han apoyado para llevar adelante un proyecto exitoso. Pero hay algo más:
Si el Gobierno quería demostrar a Mariana Rondón, a Venezuela y al mundo que es tolerante, debió comenzar por tolerar y escuchar sus críticas en lugar de atacarla y utilizar los medios del Estado para decirle “equivocada e ingrata”.
Una excelente demostración de parte del Gobierno hubiese sido invitarla a conversar y discutir ambas visiones de país, en lugar de abusar de los recursos del Estado para recibir con intolerancia su denuncia contra la intolerancia.
El Gobierno tenía la oportunidad de oro para demostrar que no era lo que Mariana Rondón decía en el exterior. Sin embargo, no hicieron sino reforzar su denuncia. Y el mundo entero está ahí para verlo.
4. La victoria podrá ser posible gracias al financiamiento, pero es imposible sin el trabajo y el talento del equipo de Pelo Malo
Miles de cortos, medios y largometrajes han sido financiadas por el CNAC. Solo los mejores han logrado destacar en el exterior. Y en esta muestra de intolerancia del Gobierno pareciera haber un empeño en reducir el enorme trabajo y talento demostrado por el equipo realizador de la película Pelo Malo.
Es cierto que, muy probablemente, sin el financiamiento del CNAC, Villa del Cine o cualquier otro organismo del Estado, la película no se hubiese podido hacer, hubiese costado mucho más hacerla, o se hubiese hecho con una menor calidad de producción.
Esto también en parte porque en Venezuela no existe una oferta diversa de fuentes de financiamiento para el cine, sino una fuerte dependencia del Estado, como pasa en muchos otros sectores de la economía y la vida nacional. Muchos han buscado alternativas de coproducción en el exterior, no sólo para completar fondos ya obtenidos con el CNAC sino como alternativa a esta institución.
Sin embargo, dentro de la fortuna que es para este equipo contar con estas fuentes de financiamiento a las que aportamos todos los venezolanos, la película no está destacando en el exterior porque tiene fondos del CNAC, sino porque es una buena película.
Las películas no son premiadas con base en el presupuesto sino en la calidad.
5. El Centro Nacional AUTÓNOMO de Cinematografía
Ese es todo el título. Y esa es toda la explicación.
6. Se suponía que la V República era diferente a la IV República. No el mismo sistema con diferentes caras
Bastante daño le hizo al país la IV, cuando no se escuchaban las opiniones contrarias. Y suelo ser muy critica de esto porque muchos tienden a idealizar los años anteriores pensando que "todo tiempo pasado fue mejor", olvidando que muchos estaban en una muy mala situación en ese momento y muchos otros ni siquiera lo notaban, dando origen a la intolerancia y alejamiento actual que denuncia Mariana.
Los que votaron por la V República, (entre los cuales NO me incluyo, no sólo porque era menor de edad en 1998 sino porque nunca creí que las promesas hechas fueran a cumplirse) votaron por un cambio de sistema, no por un cambio de opresores.
El primer paso es reconocer los errores de la IV. Y de eso hemos tenido bastante, incluso en los medios del Estado.
El segundo paso es reconocer que nada ha cambiado, y que el hecho de que los recursos del Estado sean utilizados para humillar, descalificar y amedrentar a una cineasta que expresa una opinión contraria es una demostración de ello.
Cambiemos de sistema, no solo de opresores. Busquemos la igualdad, no busquemos ser los que pisemos al otro. Sobre todo, busquemos la tolerancia, no el discurso mientras se tira la piedra y se esconde la mano.
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