Sacando un poco de contexto la frase, habría que analizar cual porción de país estaba viendo Granier en ese momento y cual no. Mientras un porcentaje se dedica a especializarse y volverse cada vez mejor profesional para salir del hoyo, otro se sumerge más profundamente en él a través de la ilegalidad, el facilismo y la viveza criolla.
Ya hemos comentado y mentado madre al respecto. A una gran cantidad de venezolanos les encanta meterse a toda mecha por el hombrillo para ahorrarse el tráfico, sobornar funcionarios públicos para facilitar sus trámites, usar palancas, hacer negocios que no siempre brillan por su legalidad o insistir en el ranchito en el que no pagan servicios ni condominio aunque les den finalmente un apartamento legal.
Todas esas vivezas e irregularidades constituyen un giro en nuestra sociedad. Uno del que costará bastante salir luego. Cuando te acostumbran a que puedes ser médico en 3 años, a los trancazos, o que puedes ser "bachiller integral" en muy poco tiempo, es más alentador dejar los estudios, trabajar en la infancia y luego meterte en una misión para resolver en unos pocos meses y a los golpes lo que te hubiese tomado años hacer bien.
¿Cómo decirle al que esperaba ser médico de 3 años que si quiere hacerlo bien tiene que tomarse el doble del tiempo? ¿Qué preferirá esta persona? Eso depende de su formación básica, y, tomando en cuenta que esto del facilismo pasa de generación en generación, las posibilidades no son alentadoras.
La gente que se come la luz, se mete por el hombrillo y tranca el tráfico cuando la agarra el semáforo en rojo en plena intersección no deja de hacerlo sino cuando está en Chacao, porque sabe que la van a multar. Los negocios comenzaron a poner sus cuentas en orden porque saben que el Seniat, el IVSS y el Ministerio del Trabajo está esperando que respiren de más para amonestarlos. Si no, ni pendiente.
Por otro lado, hay quien se esfuerza por llevar una vida medianamente legal y derecha, y por prepararse cada día más para tener un futuro mejor, aunque eso sea más incierto que comprarse el Kino.
Yo hablo inglés y estoy comenzando a decir cuatro cositas en francés, he hecho cursos de cuanta cosa se me ha ocurrido y el modelaje me dio la facilidad de estudiar cosas valiosas a largo plazo como protocolo y etiqueta, guardarropa, baile, pasarela, maquillaje, voz y dicción y cultura general. Esas cosas que te dan una mejor presencia y más herramientas. Cierto, mejor me compro el Kino, creo que tengo más chance.
Aún así, con esa incertidumbre, los cursos y talleres son cada día más demandados por este sector paralelo de la población, que nada tiene que ver con clases sociales sino con visión de vida y de futuro. Lo más triste es que una gran parte de ellos lo hacen con el norte de irse del país lo más capacitados que se pueda, porque saben que aquí, mientras mejor preparado estás, menos trabajo consigues.
Ya que la mayoría de las empresas quieren llenarse de pasantes inexpertos y subpagados (si es que les pagan), el personal capacitado tiene cada día menos posibilidades. Mientras en otros países se encargan de que los trabajadores estudien hasta para pasar coleto, y ganen un buen sueldo que los mantenga haciendo esa labor que a muchos les puede parecer poco prometedora; acá se procura buscar al menos estudiado para poder pagarle menos, y que pueda ser bastante infeliz con eso, sin ánimos de seguir estudiando porque así sí es verdad que no consigue trabajo en ninguna parte.
En eso nos estamos convirtiendo. Basta ver cuánto tiempo va a tomar para revertir este terrible mal...
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