jueves, 29 de mayo de 2008

Sexo con gusto II: Vino para quedarse

Desde hace unos años, todos los venezolanos se convirtieron de repente en expertos enólogos. El vino sigue de moda en la mesa... y en la cama también.

Los antiguos romanos en su rica herencia poética ya relacionaban el vino y el sexo como una dupla inseparable. Con el reciente auge del vino en el país, éste volvió a recuperar ese terreno perdido con los siglos.

Cualquier licor en dosis moderadas aumenta la libido. La buena noticia para las mujeres es que no les resulta contraproducente para el sexo sobrepasarse un poco. Los chicos ebrios suelen tener muchas ganas pero probablemente no logren concretarlas en el mundo real, porque el alcohol en exceso les ocasiona problemas con la erección.

El vino es nutritivo y relajante, acalora el cuerpo, preparándolo para un gran encuentro sexual. Además, brinda una completa experiencia sensorial con su olor, su cuerpo y su sabor, abriendo nuestros sentidos para todas las sensaciones que vendrán en el resto de la cita.

Más allá de la piel y la poesía, la ciencia también avala esta relación entre sexo y vino. Esta bebida en dosis moderadas favorece el sistema cardiovascular. Dichos efectos positivos se extienden a la circulación de los genitales, potenciando la erección y la lubricación vaginal.

El champagne y los espumantes hacen cosquillas en la lengua con sus burbujas y la fría temperatura a la que deben servirse es especialmente estimulante. Son perfectos para degustarse en una copa previamente enfriada y luego sobre la piel de tu pareja.

La espalda es un excelente sitio para comenzar. Está llena de terminaciones nerviosas y, ya que tu pareja no estará viéndote, el frío del vino alternando con el calor de tu lengua pueden sorprenderla. Otro buen punto es la cara interior de las piernas: la zona tiende a mantenerse caliente, es fácilmente estimulable y estos juegos previos en particular concentran la circulación de la sangre en la zona genital. Después de esto basta un pequeño roce para despertar enormes cargas de placer.

Además, algunos chefs suelen afirmar que la mezcla de mariscos con vino blanco es especialmente afrodisíaca. Otro punto para el blanco por encima del tinto.

A la hora de elegir un vino para complementar la relación sexual no hay que complicarse mucho con conocimientos de enología. Citando al pana Eduardo Franco, el mejor vino es el que más te gusta. Elígelo, bebe un par de copas y ejercita tu creatividad con el resto.


Lee la tercera entrega de Sexo con gusto en el Magazine web de La Mega 96.5

Enlaces relacionados:

Sexo con gusto I: Trágatelo... ambos saldrán beneficiados




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3 comentarios:

unocontodo dijo...

Buenos datos... Salud!

Katherine dijo...

Anotado!
Salud! ^.^

El Pasa dijo...

excelente como siempre angie, besos!!

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