No necesité leer el tabaco ni la borra del café para tener esta increíble revelación. Estaba comentando en Cagá e país cuando vino a mí una frase que siempre repito: el político es el que hace política.
Curiosamente, acá la política se ha desvirtuado tanto que la gente no quiere saber de políticos. Quieren que la política la haga el ferretero, el carnicero, cualquiera menos un político.
El detalle está en que ellos estudiaron para eso, a diferencia del ferretero y del carnicero. Lo malo de los políticos que hemos tenido no es que hayan estudiado ciencias políticas, sino que son unos corruptos. En serio, se los juro, en ciencias políticas no los enseñan a ser corruptos. Eso lo enseñan desde la casa.
Entonces, le decía al pana de Cagá e país, ¿Acaso usted preferiría un abogado para que le saque el apéndice?, ¿o un panadero para que lo divorcie? No, ¿verdad? Cada cosa en su lugar.
Acostúmbrese, señor ciudadano o señor pueblo, como prefiera ser llamado, a que las personas que ocupan los cargos públicos deben haber sido preparadas para eso. El único personaje que cabe en mi cabeza para un cargo público, aparte de un político, es un gerente. Digo, uno de verdad.
Las elecciones tienen que dejar de ser una fiesta patronal, una elección de la reina del carnaval, la madrina del colegio o la del equipo de béisbol. Esto no se trata de elegir al más pana ni al que más se parezca a mí. ¿Acaso usted se cree capaz de gerenciar UN PAÍS ENTERO?
No quiero subestimarlo ni pensar que usted se sobreestima. Todos tenemos buenas ideas. Pero las buenas ideas no bastan para conducir un país por el buen camino. En ese caso, yo buscaría a alguien mejor que yo, alguien que me plantee cosas realizables, positivas y posibles, que alimenten las posibilidades de surgir y no el paternalismo. Volviendo al tema, alguien que se haya preparado para ejercer el cargo que ostenta.
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3 comentarios:
interesante conocer una chica que le apasione la política.Sigue adelante.
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Efectivamente es así. En 1998 los candidatos con mayor intención de voto era una ex-miss y un ex-teniente coronel. Funesto, ¿no?
Lamentablemente ese no es una mal exclusivo nuestro. Ahora en EE.UU. hay una fiebre con Obama y su carisma... Por el bien de esa sociedad, esperemos que no le pase lo mismo que a nuestros países, llenos de líderes tan carismáticos como ineptos.
no solo los políticos sino los funcionarios, aquí los rotan, mas nada con la calidad de diplomáticos que tenemos, que lanzan sus supermegacomentarios, que dan pena, el político debe de rodearse de gente preparada y no de los panitas… tienen que trabajar en sistema por el bien mayor y no personal… eso digo yo…
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