Por ahí dicen que hay cosas que tienen que aprenderse haciéndolas. Sin embargo, la mayoría de esas cosas resultan ser verdaderamente trascendentales para el destino de la humanidad.
A usted no le gustaría que un cirujano "aprendiera haciendo" con su hijo, pero así es como lo educa. Y este es el rol más importante de todos, porque de usted dependerá si el pobre termina siendo un psicópata asesino en serie, un mesonero mal educado, un empleado de banco, un exitoso corredor de bolsa, un médico de verdad, un político corrupto que arruine a su comunidad o un eficiente pero subestimado operador de fotocopiadoras que termine descubriendo la fórmula del éxito y monte una gran empresa.
Esta contradicción es muy difícil de manejar. Eso de que el oficio más importante de la humanidad se aprenda sobre la marcha crea graves angustias en la sociedad. Tanto que caen en el ridículo extremo de las "escuelas para padres" que no sólo son inútiles sino que nadie iría a ellas por pena.
Entonces la gente acude a la moral, a la sociedad en la que se encuentra, a las leyes, pensando que son las instancias superiores a las que se puede acudir. A partir de allí hay dos opciones: tambalearse en medio de las contradicciones que ellas mismas, cual Biblia, tienen entre sí; o llegar al llegadero de los griegos cuando se preguntaron: si nosotros creamos a nuestros dioses, ¿quién nos creó a nosotros?
Nosotros creamos la tecnología y nos volvimos adictos a ella. Nosotros creamos las dietas y nos castigamos con ellas. Nosotros creamos las religiones y nos matamos por ellas. Nosotros creamos el dinero que ahora nos gobierna. Frankenstein tiene más de lo que se imaginan, ¿no creen? Tremenda película.
Una de las contradicciones más grandes de la humanidad es su empeño por crear cosas para facilitarse la existencia y luego terminar gobernados autocráticamente por ellas. En este punto valdría recordar siempre el fin y no los medios. Siempre y cuando los medios no alteren el fin, ni sean ellos mismos el fin.
Si hay que buscarse un manual, este podría ser un buen comienzo.
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